Bueno, existen varias formas de entender la filosofía, obviamente no me voy a meter en esa hidra de mil cabezas, pero sí puedo decir que hay varias formas de ejercer la filosofía; una de ellas es en la academia, seguramente esta es la razón por la que es mayormente conocido el mundo de la filosofía, a través de los profesores. Quizá no todos lo sepan, pero también hay investigadores filósofos que colaboran con otras disciplinas como la ciencia, la política, el derecho, la biología, etc. Hay muchas formas en las que la filosofía colabora con otras ramas.
Existen filósofos que se han dedicado al periodismo generando ensayos de opinión, sobre cultura, sobre situaciones políticas, eventos que realmente tienen algún impacto en la sociedad en la que ellos habitan y, hay filósofos, como los antiguos, que literalmente dedicaban su vida la filosofía a través del ejemplo; a través de vivir sus propios conceptos, a través de encarnarlos como si fueran personajes de sus propias ideas, al ejercer sus preceptos Morales.
Cualquiera que se jacte de decir que ha estudiado filosofía o que quiera ejercer la filosofía tendría que tener en consideración a Sócrates. Él tenía un principio muy importante, muy básico, inalienable, respecto a lo que es la filosofía, la verdadera filosofía en el sentido de algo que se habita, que se ejerce, que se practica de manera vital, de manera cotidiana y momento a momento. Ese principio, es la coherencia. Algunos autores la llaman la coherencia socrática y yo así mismo lo entiendo, como la coherencia socrática. Esta situación es entender que entre más emparejado este aquello que pensamos y aquello que hacemos más auténtico va a ser nuestro ser en el mundo, nuestra moral individual.
Por ejemplo, yo no podría decir que soy un gran amante de la humanidad si me dedicara a influenciar a los demás para que tengan guerras entre sí; yo no podría ser un gran pintor si no me dedicara en cuerpo y alma a pintar, ¿no? Haciendo un paréntesis, actualmente una de las críticas al mundo del arte es que los artistas ya no crean sus obras, muchas veces las piensan o las idean y encargan a otros que se las materialicen. Pero bueno, en ese sentido la coherencia socrática implica que, si yo soy un amante de la sabiduría, tengo que perseguir la sabiduría, tengo que conocer la sabiduría, tengo que ejercer eso que estoy teniendo por sabiduría. Por ejemplo, si yo digo que soy un amante de los animales y que me desvivo por ellos, y tengo esa coherencia, tendría que, no sólo decir las cosas, sino también personificarlas, por ejemplo, rescatar a un animal en abandono, si yo tengo mascotas darles cuidado, llevarlos al veterinario cuando es necesario, alimentarlos diarios, darles un espacio de recreación, ¿no?, sacarlos a pasear a dar una vuelta, mantenerlos limpios, darles un cariño, etcétera, eso es ser coherente, eso es llevar lo que pienso y lo que creo a la acción.
Eso es lo que predicaba Sócrates, por eso lo encarcelaron y mataron, porque políticamente se dio cuenta que muchos de sus contemporáneos predicaban cosas que no correspondían con sus acciones y él quería que el pueblo, los ciudadanos, pudieran ser coherentes consigo mismos, pudieran vivir una vida buena, bella y llena de sabiduría, perdón, y llena de verdad. Que al final, están hermanadas estas situaciones.
Me desvié un poco, aunque no del todo del tema principal, qué es la consultoría filosófica. Bueno, este conjunto de filósofos hace referencia a algo que actualmente se conoce como filosofía práctica, y la filosofía práctica es una inclinación a llevar los conocimientos filosóficos, llevar A la acción los descubrimientos de aquellos pensadores a los que llamamos filósofos, al mundo cotidiano. Es llevar todas esas herramientas, toda esa información, todas esas conjeturas que alguien que se ha dedicado a pensar y a reflexionar sobre un tema sobre una idea sobre un concepto han encontrado. Y la idea es llevar la filosofía a lo cotidiano para que las personas puedan tener una vida más tranquila una vida más llevadera; que puedan encontrar, de alguna forma, la parte buena, la parte interesante, la parte rica, de lo que es vivir, no a través de lo que otros dicen, no a través del status quo, no a través de la moda de aquello que se dice hoy pero que mañana ya no es lo mismo, sino a través de su propia persona, a través de sus propias vivencias, a través de sus propias preferencias.
Entonces, la filosofía práctica lleva la filosofía al mundo cotidiano, a lo que es hoy, a lo que te va a pasar mañana, a lo que te va a pasar en un futuro, y a lo que ya te pasó. A lo que te pasó a ti; no a lo que le pasó a la humanidad en abstracto; no a lo que le pasó al sujeto trascendental de Kant en aras del conocimiento; no, la filosofía práctica, y no con esto estoy denostando lo que es la filosofía académica o la filosofía que se desarrolla en otras disciplinas del conocimiento humano, no, me refiero a tus vivencias cotidianas.
El interés de la filosofía práctica es generar talleres en los que por ejemplo los niños aprenden a usar sus pensamientos, a entender sus ideas, a conocer sus emociones, a lidiar con sus emociones, porque, una vez que identificas algo y le das nombre, tienes la posibilidad de hacer algo con ello, una vez que sabes cómo funciona aquello a lo que le diste nombre, sabes cómo adecuarte o adecuarlo a ti.
Entonces, la filosofía práctica, repito, se da a través de talleres, a través de pláticas, de tertulias, en un café de persona a persona. Y es justo en este punto, en el de persona a persona que se da la consultoría filosófica. Es una práctica que empareja a dos personas; al consultor filosófico y al consultante.
El consultor filosófico que es alguien entendido y formado en la filosofía y que tiene el interés de acompañar a las personas en algún problema cotidiano, ¿cuáles son estos problemas cotidianos? Bueno, pues, un problema con tu pareja, un problema en tu trabajo, alguna dificultad moral porque no sabes cómo actuar ante alguna situación o alguna dificultad intelectual, porque, a lo mejor eres algún creador de contenidos; a lo mejor eres algún escritor; a lo mejor eres alguien que tiene tantas ideas atoradas en la cabeza que no sabe cómo darle es un sentido que juegue a tu favor.
El consultor filosófico, no te va a dar las respuesta, pero, te puede ayudar a encauzar tu pensamiento; te va a dar herramientas y te va a ayudar a pensar mejor a partir de todo lo que en su formación ha ido recogiendo, porque, vamos a decirlo así, una persona no está buscando, cuando tiene un problema, leer todo Aristóteles para resolver su situación, a partir del entendimiento ganado; una persona cuando tiene un problema no dice “le voy a preguntar a Kant y a su imperativo categórico si lo que estoy haciendo está bien no está mal”. Una persona que tiene un problema, que tiene una situación, o una dificultad intelectual, emocional, mental, y necesita resolverla, no está preocupada por darse del tiempo necesario (que pueden ser meses o años para entender a algún autor filosófico) y resolver entonces su problema. Es aquí donde entra el consultor filosófico, él te puede ayudar a partir de lo que dicen otros pensadores, o no, y de lo que él mismo ha conjeturado sobre la existencia para que tú tengas mayor claridad, para que tú puedas encontrar respuestas adecuadas a ti y no a la humanidad sino a ti mismo. Entonces, el papel del consultor filosófico es acompañarte, brindarte herramientas, darte información digerible, y ayudarte a que esas herramientas te den una mejor capacidad cognitiva e intelectual a la hora de resolver tus problemas, a la hora de atender tus vivencias cotidianas y también te va a ayudar a profundizar en el sentido vital que tú como individuo tienes.
Así, respondiendo a la pregunta ¿a qué se dedica el consultor filosófico? Bueno, diremos que, es un estudioso de la filosofía que escogió una rama de la filosofía en la que se busca que los alcances de los pensadores filosóficos, de la filosofía en general, puedan descender a la vida cotidiana de cualquier persona y contribuir a que esa vida esté rica en vivencias que esa vida sea más placentera que esa vida sea más llevadera y, a su vez, todo esto contribuye a que la vida de un individuo sea más saludable.
Entonces, eso es lo que podemos decir que hace un consultor filosófico a grandes rasgos, ya ahondaremos más en el tema, ya se irá anotando a través de los programas.
Básicamente esto es lo que les quería compartir hoy y espero sea de utilidad no para una persona sino para muchas y no porque aquí se estén dando las respuestas a todas las incógnitas del universo sino porque se pueda dar una, si acaso dos respuestas favorables, para alguien que lo necesite.
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