Toda construcción es un proyecto que corre por etapas. Puedes valerte del azar o gestionar algo premeditado, sin embargo, poco a poco esa proyección se irá sistematizando hasta dar paso a formas, ideas, objetos y cúmulos de información y/o materialidades organizadas. El proceso de construcción tiene sus momentos, requiere de un espacio de trabajo donde se producirá lo creado, la o las materias primas que lo constituirán, herramientas para facilitar su elaboración, planos arquitectónicos, un objetivo o sentido de desarrollo, funciones y finalmente la cristalización de un objeto, es decir, un momento del proceso en el que se puede congelar de forma temporal o definitiva, un estado semi estático de aquello que fue construido. Por ejemplo, puedes construir un edificio que funcione por algunas décadas como vecindad y, pasados los años, éste mismo sea aprovechado como una escuela o un mercado bazar con locales. En este punto vale decir que los objetos construidos pueden ser materialmente tangibles o mentalmente perceptibles. Es decir, algunos los puedes tocar, ver, oler, probar, escuchar y otros los podrás experimentar de forma virtual y/o indirecta. Así, puedes construir muebles, pero, también nuevos lenguajes de programación computacional, unos existen en el espacio físico y otros en el espacio lógico de las computadoras.
Cuando construyes algo, lo puedes hacer intencionadamente o por casualidad, incluso sin ser consciente de ello. Por ejemplo, puedes construir una mesa para tu comedor, pensando tener un espacio acogedor para alimentarte junto a tus seres cercanos, o bien, construir una mala relación emocional, por causa de ciertos vicios personales que no te hayas descubierto.
Te sugiero que, en todo aquello que construyas, hagas el intento de que sea de forma consciente, que de alguna manera tengas el mayor interés posible para que las cosas se ajusten a tus intenciones (sin olvidar que casi nada está bajo nuestro control) y que tengas consciencia del alcance de tus actos, aunque sus consecuencias sean buena o malas, esto es, que puedas calcular en qué van a derivar. Esto no te segura que así vaya a ser, sin embargo, tendrás una previsión de ello
Ahora bien, cuando hablamos del sí mismo, claramente nos estamos refiriendo a nuestro propio ser, a nuestro cuerpo, pero, también a nuestra mente. No importa si piensas que el mundo está constituido de dos sustancia, mente y cuerpo, o de una sola materia o mente, o de alguna amalgama más compleja que las incluya; cuando te refieres a ti mismo, englobas, de entrada, la visión de mundo en la que te piensas inmerso. El sí mismo tiene que ver con la permanencia del yo en el tiempo, con la autoconciencia, con la psicología propia, el sujeto que somos, el cuerpo que somos, nuestra historia personal, nuestros hábitos, nuestras creencias, y todo aquello que hable del sujeto que se piensa a sí mismo como una auto referencia, dentro de una historia. No entraremos en los problemas filosóficos que todo esto conlleva, sin embargo, creo que la mayoría tenemos una intuición, dentro de nuestra cosmovisión, de lo que es ser uno mismo.
Cuando en este canal hablo de la construcción de sí mismo, me refiero a un proyecto que busca llevarte a la apropiación de tu ser personal, al desarrollo de tus capacidades, al aprovechamiento de tus recursos intelectuales y emocionales, y a mejorar tu convivencia con la otredad, con lo ajeno y con el mundo en general. Lograr ser un individuo autónomo y responsable de sus actos en convivencia con la totalidad de los seres en una simbiosis más o menos estable y llevadera, puede ayudar a que tu corta existencia en este mundo valga para ti y quienes te rodean, la pena.
Espero que lo que surja de este canal, complemente el sentido de tu existencia, te traiga algunos cimientos, herramientas y elementos que te ayuden a edificar tu ser en el mundo.
Espero puedas seguirnos leyendo la próxima vez y que lo que encuentres aquí, aporte a tu vida diaria.
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